Tanto si le gusta mezclar una cucharadita de dulce miel en su infusión favorita para disfrutar de un ligero y relajante capricho antes de acostarse, como si prefiere un chorrito de este néctar naturalmente dulce en sus copos de avena, la miel es un delicioso edulcorante natural con muchas aplicaciones. Además, mientras que el consumo excesivo de azúcar se asocia al aumento de peso, la obesidad, las enfermedades inflamatorias, la diabetes de tipo 2 e incluso el acnéDe hecho, la miel cruda se ha utilizado durante años en la medicina tradicional para diversos fines médicos y de salud.

A diferencia de la mayor parte de la miel que se encuentra en las estanterías de los supermercados, que se pasteuriza tratándola con calor, la miel cruda no está pasteurizada y conserva potentes compuestos naturales que aportan beneficios para la salud. Como ocurre con cualquier alimento rico en azúcar, consumir demasiada miel puede provocar un aumento de peso, pero incorporar una o dos raciones de miel cruda a su dieta diaria puede aportarle beneficios para la salud a la vez que satisface sus necesidades.Sigue leyendo para conocer los beneficios de la miel.

Beneficios de la miel para la salud

La miel cruda procede directamente de la colmena, no está procesada ni pasteurizada y conserva todos sus antioxidantes. A diferencia de la miel pasteurizada, que es transparente, sedosa y se conserva durante mucho tiempo en los estantes, la miel cruda es turbia y debe refrigerarse. Tenga en cuenta que la miel no debe administrarse a niños menores de un año por el riesgo de botulismo.

La miel cruda está repleta de antioxidantes

Al igual que muchas de las frutas y verduras más nutritivas, la miel cruda es una rica fuente de antioxidantes llamados polifenoles. Los antioxidantes combaten los radicales libres en el cuerpo -como los creados por la exposición a los dañinos rayos UV- y reducen el daño oxidativo. De este modo, los antioxidantes pueden proteger contra el envejecimiento celular y la muerte prematura de las células, la inflamación y el daño del ADN. Las investigaciones han demostrado la capacidad dede antioxidantes para reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, cardiopatías y otras enfermedades relacionadas con el estilo de vida.

La miel cruda combate las infecciones

La miel cruda ha sido un tratamiento médico básico para heridas e infecciones durante siglos. Esto se debe a que contiene peróxido de hidrógeno, un antiséptico que puede matar bacterias y hongos dañinos. El uso de miel cruda como ungüento en heridas abiertas puede reducir el riesgo de infección y acelerar la curación, ya que también se ha descubierto que aumenta la regeneración de tejidos con cortes, heridas y quemaduras.

La miel cruda refuerza el sistema inmunitario

Se ha demostrado que los fitonutrientes de la miel cruda refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a combatir enfermedades. Quizá esa taza de infusión caliente con miel cruda derretida cuando sientes que se acerca un dolor de garganta no sólo te alivia, sino que realmente te ayuda a combatir el inminente resfriado o virus.

La miel cruda favorece la digestión

La miel cruda contiene prebióticos, fibras no digeribles que alimentan a las bacterias beneficiosas que residen en el intestino. Estas bacterias desempeñan un papel fundamental en la digestión y absorción de nutrientes, la producción de vitaminas, la defensa frente a agentes patógenos y la promoción de la regularidad intestinal, por lo que alimentarlas con prebióticos las mantiene robustas. En algunos estudios de investigación también se ha descubierto que la miel cruda mejora la diarrea y la indigestión.

La miel cruda puede reducir la tensión arterial

Varios estudios han demostrado que la miel cruda puede reducir la tensión arterial. Dado que la hipertensión está asociada a las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, controlar la tensión arterial puede reducir el riesgo de enfermedades y favorecer la salud del corazón.

La miel cruda alivia el dolor de garganta y la tos

Cuando te duele la garganta, una suave capa de miel cruda en té puede calmar los tejidos inflamados y aliviar el dolor. Además, la miel cruda puede suprimir la tos, lo que la convierte en una buena opción antes de acostarte cuando estás luchando contra un fuerte resfriado o una infección respiratoria.

La miel cruda podría reducir las alergias

Existen pruebas que apuntan a la eficacia de la miel cruda para reducir los síntomas y la gravedad de las alergias estacionales. El polen y el propóleo de las abejas pueden proporcionar cierto grado de inmunoterapia, sobre todo cuando se ingiere miel cruda local de su región específica.

La miel cruda contiene algunos nutrientes

Además de antioxidantes, la miel cruda contiene zinc, hierro y potasio, minerales esenciales para diversas funciones fisiológicas normales, como el apoyo al sistema inmunitario, el transporte de oxígeno, la conducción de impulsos nerviosos y la conducción de señales eléctricas en el corazón.

La miel cruda puede proporcionar energía rápida

En lugar de consumir geles energéticos procesados, pegajosos y cargados de productos químicos, por ejemplo, los maratonianos y otros atletas pueden encontrar en la miel cruda una forma más saludable de reponer las reservas de glucógeno durante un esfuerzo atlético.